Antes de que existieran las redes esas de intercambio de archivos y la piratería pasábamos las tardes viendo la tele en familia. Ahora, por culpa de todos estos avances absurdos, estamos los cinco delante del ordenador descargando música como enfermos, sólo por el afán de poseer más y más. Mis hijos ya casi no hablan y se pasan todo el día encerrados en su habitación, y si entro sin avisar se ponen muy tensos. La piratería ha destrozado mi familia. También puede destrozar la tuya...
Fuente: www.siereslegalereslegal.com
jueves, 4 de diciembre de 2008
LXXIX
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